Energía femenina y masculina: ¿una nueva forma de llamar a los roles de género?

Toda mi vida me he sentido poco representada por las cosas que esperan de una mujer. Desde muy chiquita supe que no encajaba en el mundo de la extrema feminidad y los estereotipos de género, y antes de que comiencen a decir que soy “pick me” o que me siento superior al resto por ser diferente, dejen les hablo un poco más del tema.

Hace algunas semanas fue el día del niño y alguien me preguntó: ¿cuál dirías que fue ese juguete que siempre quisiste pero nunca te compraron? Y la respuesta fue simple: un carrito a control remoto, y no el típico carro de Barbie. Yo quería un carrito rojo, más específicamente, un Ferrari.

Y tal vez el querer un carro a control remoto no sea la gran cosa y probablemente solo esté sobreanalizando todo este tema, pero el no haber podido tener el carrito porque “es de niño” me dejó pensando en muchas cosas, y todos esos pensamientos incrementaron hace algunas semanas gracias a TikTok. No se cual sea su algoritmo en esa red social, pero al menos en el mío se comenzaron a poner de moda los términos “energía femenina y energía masculina”. Era un tema frecuente en mi “para ti”. En todos estos videos, los creadores hablaban de cómo existían distintos tipos de energía provenientes del género y cómo es que cada uno de nosotros transmitimos estas distintas energías según nuestra personalidad. Hasta aquí no suena tan mal, pero cuando comenzamos a analizar cómo es que cada una de estas supuestas energías se relaciona con características que reflejan estereotipos de género vistos en nuestra sociedad, surge la duda del trasfondo de estos “nuevos” términos.

Distintos creadores hablan sobre sus conocimientos acerca de estas energías y de la importancia de su balance para un buen funcionamiento energético en el ser humano.

Después de ver millones de videos sobre el tema, entendí que la energía masculina nos vincula con habilidades como lo son: liderar, crear y sobre todo proveer en todos los aspectos de nuestras vidas. Mientras que la energía femenina se centra más en un lado sentimental relacionado al amor, la compañía y la vulnerabilidad.

¿Soy la única a la que todo esto le suena familiar? Definitivamente no.

Sé que no soy la única que escuchó toda su vida cosas relacionadas a cómo tenía que actuar, vestir, hablar e incluso cómo tenía que pensar por ser una mujer.

Así que si analizamos esta nueva tendencia, podemos notar que existen demasiadas similitudes en las energías y las características atribuidas a los roles de género presentes en nuestra sociedad. Y antes que alguien me diga que ya no estamos en los 50s, estoy muy consciente de que en las últimas décadas poco a poco se han ido modificando estos estereotipos, pero aún así en la actualidad los podemos ver presentes en el cómo percibimos a la feminidad relacionándola con el amor, la vulnerabilidad, el acompañamiento y el soporte. Mientras que los hombres son quienes piensan, planean y actúan.

Y tal vez esta tendencia es únicamente algo pasajero que en unos años habrá sido solo una micro tendencia más en la lista, pero tal vez es más que eso. La sociedad tiende a presentar patrones en cuanto a tendencias así que el presentar una nueva forma de inculcarnos ideas ya no tan actuales de una forma fresca e innovadora, no me parecía descabellado. Pero por más refrescante que pueda parecer esta nueva forma de pensar, al final solamente está promoviendo un discurso patriarcal el cual es validado e incluso presentado como una alternativa más “natural” o espiritual del binarismo, algo por lo que arduamente se ha luchado por liberar.

Así que el pensar como luchas por las que se ha peleado por décadas son resumidas a “energías” cargadas de lo que se ha tratado de combatir es súper preocupante.

Limitarnos por una tendencia y rechazar nuestro liderazgo, fuerza y empoderamiento (en el caso de las mujeres) únicamente porque un montón de gente en internet lo dicta, me parece ridículo. O como la lucha masculina por la capacidad de expresar su sentir y revelar su vulnerabilidad es encasillada como “energía femenina” basándose en el hecho de que eso es lo que se espera de nosotras como mujeres, lo veo que eso un retroceso enorme en en la lucha por la complementariedad y la búsqueda de dejar de comparar los géneros.

Como nos han repetido hasta el cansancio, TikTok es una herramienta que nos abre miles de oportunidades y nos permite conectarnos con el mundo, pero al mismo tiempo nos limita cuando no creamos un pensamiento crítico y únicamente nos dejamos llevar por las distintas tendencias que diariamente aparecen en la app. La lucha relacionada a la liberación a la mujer y los avances que se han hecho sobre los roles de género, han abierto puertas durante las últimas décadas. Así que aconsejo analizar dos veces el contenido que consumimos a diario y no permitir que discursos con nombres atractivos nos hagan retroceder en una lucha que busca unirnos en lugar de dividirnos.